Se ha
comprobado que produce los siguientes efectos iniciales: disolución
de tensiones crónicas, estabilización de la armonía interior, aumento
de la confianza en si mismo, adquisición
de nuevas formas de comunicación. Así mismo, aumenta el
estado de serenidad, la seguridad en sí mismo, la firmeza y
determinación. Eleva la autoestima y favorece la conexión con el entorno, superando la timidez y los miedos
autogenerados.
Comprometidos
con sus procesos de transformación, los participantes descubren el milagro de
la vida en sí mismos y en el semejante mediante ceremonias de
encuentro. Se conectan con la motivación para conseguir cambios positivos
en sus vidas y en sus entornos, enriqueciendo sus estilos de vida con amor
y una nueva sensibilidad.
Accedemos
mediante este proceso a realizarnos en acción, a ser creadores de nosotros
mismos, a un cambio radical frente a la vida. A construir un mundo sensible,
original y creativo, de encuentro humano.